La energía en mis manos

Mis Rituales

En mis rituales de inicio del día parte de lo que hago es contemplar mi action board (término acuñado de la Dra. Tara Schwartz), un collage visual de mis sueños y anhelos.

Para potenciar esta práctica, desarrollé una guía escrita que me ayuda a experimentar emocionalmente cada elemento de mi action board. No se trata solo de ver imágenes; sino sentirlas como si ya estuvieran manifestándose en mi vida. A través de esta práctica, ahora puedo sentir físicamente las cosquillas de emoción en el estómago, la expansión del pecho con amor, gratitud y paz.

Para potenciar este estado de conexión, incorporé el EFT tapping (Técnica de Liberación Emocional ) con afirmaciones positivas después de mis sesiones de journaling y visualización. Esta técnica, que consiste en dar pequeños golpecitos en puntos específicos del cuerpo mientras repites afirmaciones, me ayuda a liberar bloqueos emocionales, regular mi sistema nervioso y reforzar mis intenciones del día.

Mis Manos: ¿Qué es este calor?

La primera vez que sentí calor en mis manos, no tenía idea que mi cuerpo estaba intentando mostrarme algo.

Durante estas sesiones comencé a notar un calor en mis manos. No era un calor incómodo como cuando sostienes una taza demasiado caliente sino más bien una sensación de vértigo en las manos, combinada con un calor similar al que experimentas cuando te frotas las palmas, pero generado espontáneamente, sin ninguna fricción externa.

Soy una firme creyente de que nuestro cuerpo nos envía intuiciones a través de señales somáticas. Así que seguí estos impulsos: colocaba mis manos sobre mi pecho sin tocar la piel, manteniéndolas suspendidas unos centímetros. Luego, mis manos descendían lentamente hacia mi vientre.

Durante estas sesiones, perdía completamente la noción del tiempo. Lo que comenzaba como unos minutos fácilmente terminaban en una hora de práctica inconsciente. Con los ojos cerrados, dejaba que mis manos do their thing y notaba como mi cuerpo me pedía ponerme de pie, de moverme junto con mis manos en lo que terminaba como una danza, algo similar a la meditación dzogchen con la danza del vajra.

Durante estos momentos de movimiento, muchas veces lloro. Pero no son lágrimas de tristeza o dolor; son expresiones físicas de una conexión, una sensación de integración y presencia.

Esta experiencia no fue cosa de una vez; continuó mes tras mes. Naturalmente, mi mente intentaba encontrar explicaciones racionales:

"Podría ser simplemente una respuesta física a la relajación."

Pero en mi interior sabía que había algo más, algo que trascendía las explicaciones convencionales. Esto me llevó a investigar qué podría estar pasando.

El Encuentro con el Reiki y los Chakras

Y entonces, después de investigar un poco, me encontré con dos conceptos que hicieron "click" inmediatamente: Reiki y Chakras.

Lo que había estado experimentando de manera intuitiva tenía nombre, historia y estructura. El Reiki, una técnica de sanación energética originada en Japón, trabaja precisamente con la energía vital que fluye a través de nuestro cuerpo. Pero lo que realmente resonó conmigo fue descubrir que esta práctica se canaliza principalmente a través de las manos—hand healing—exactamente como yo lo había estado experimentando sin guía externa.

Los chakras, por su parte, son centros energéticos reconocidos en tradiciones orientales milenarias, puntos específicos donde esta energía se concentra y distribuye por todo nuestro ser. Y cada chakra tiene un color y una zona, ese movimiento intuitivo que me colocaba las manos en el pecho para descender al vientre, es exactamente la conexión con mis chakras.

Mi mundito se expandió nuevamente. No estaba inventando algo nuevo; estaba redescubriendo intuitivamente algo que ha existido en diversas tradiciones durante miles de años.

Lo Que Aprendí

He estado aprendiendo todo lo que puedo sobre estas técnicas de sanación energética.

Comprender que aquello que siento—el calor en mis manos, la sensación de energía fluyendo entre ellas, los movimientos intuitivos que emergen—no es producto de mi imaginación sino una conexión real con la energía vital que nos rodea y habita a todos.

He aprendido que el Reiki se fundamenta en la canalización de la energía universal (llamada "ki" en Japón, "chi" en China, o "prana" en la tradición hindú) a través de las manos para promover la sanación y el equilibrio. Los practicantes de Reiki no "crean" esta energía, sino que sirven como conductos para ella, dirigiéndola hacia donde se necesita.

Lo que Mis Manos Me Han Enseñado

A través de mi práctica, he tenido un par de insights:

La energía es real y tangible. Nuestro propio cuerpo es el receptor más sensible que existe. Todos tenemos la capacidad innata de sentir estas sutiles energías que fluyen dentro y alrededor de nosotros.

La intuición es una forma profunda de sabiduría. A veces, nuestro cuerpo recuerda lo que nuestra mente consciente ha olvidado o nunca aprendió formalmente. Escuchar estas señales puede abrirnos puertas a conocimientos que, de alguna manera, llevamos inscritos en nuestra memoria.

Hacia Dónde Me Dirijo

Este proceso de descubrimiento apenas comienza para mí. Estoy explorando formas de integrar estas prácticas energéticas en mi vida diaria, no como algo esotérico separado de lo cotidiano, sino como una extensión natural de cómo habito mi cuerpo y me relaciono con el mundo.

Una Invitación amorosa

Te comparto esta historia no para convencerte de nada, sino para invitarte a la curiosidad. Quizás tú también has sentido sensaciones que no puedes explicar racionalmente. Tal vez has experimentado momentos de conexión energética sin darles este nombre.

Así que te invito: escucha a tu cuerpo. Permítete explorar con apertura.

Abrazos a través del éter,

Nina

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Descubriendo mi Sombra